Problemáticas de la identidad [1] (fragmento)
La concepción contemporánea de las identidades, a la luz del psicoanálisis, la lingüística y las teorías del discurso, se aleja de todo esencialismo -en tanto conjunto de atributos “dados”, preexistentes- para pensar más bien su cualidad relacional, contingente, su posicionalidad en una trama social de determinaciones e indeterminaciones, su desajuste -en exceso o en falta- respecto de cualquier intento totalizador. La identidad -en singular- será vista entonces como un “momento” identificatorio en un trayecto nunca concluido (…).
En efecto, el aire de los tiempos trajo aparejada la necesidad de redefinición, al punto que es ya casi imposible, en el léxico académico, utilizar la vieja palabra sin aligerarla de su carga originaria: lo esencial, lo innato, lo idéntico a sí mismo, lo que determina, lo que permanece, etc. (…) La identidad sería entonces no un conjunto de cualidades predeterminadas -raza, color, sexo, clase, cultura, nacionalidad, etc.- sino una construcción nunca acabada, abierta a la temporalidad, la contingencia, una posicionalidad relacional sólo temporariamente fijada en el juego de las diferencias. (…)
La pregunta sobre cómo somos o de dónde venimos se sustituye, en esta perspectiva, por el cómo usamos los recursos del lenguaje, la historia y la cultura en el proceso de devenir más que de ser, cómo nos representamos, somos representados o podríamos representarnos. Ni hoy entonces identidad por fuera de la representación, es decir, de la narrativización -necesariamente ficcional-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario